Retablo del Santuario de Torreciudad
Terminamos el mes de María con una gran fiesta: La Visitación
Una vez más nos admiramos de la gracia del Espíritu Santo. ¿Cómo podía Isabel conocer que su prima María era ya la madre del Mesías? en aquellos tiempos la comunicación sólo era factible de boca a boca (Ni telégrafo ni móvil ni redes) y la ya madre de Juan vivía en la montaña, sin embargo, antes de que María dijera nada, Isabel la saludó con su:
"Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre."
Gracias, Señor, Espíritu Santo, todo es gozo y milagro en nuestra Religión.
Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Bendita tú eres, oh María, modelo de nuestra fe
e imagen viva de nuestro itinerario hacia Cristo.
Bendita tú eres, Virgen María.
modelo de caridad y de amor materno
para todos los que buscan consolación.
Bendita tú eres porque engendraste
para nosotros la fuente de la vida.
Bendita, porque nos precedes
en el camino del Evangelio
y nos invitas a hacer lo que tu Hijo
nos dirá que hagamos
a lo largo del camino del mundo.
Bendita tú eres, porque nos enseñas
a amar a los pobres, los humildes,
y los pecadores tal como Dios los ama.
Bendita tú eres, Madre del Señor.
y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesucristo nuestro Señor.
Amén
Juan Pablo II
Con más fervor que nunca rezamos hoy las Avemarías del Rosario, en agradecimiento por este día grande de la Visitación de María a su prima Santa Isabel.
Y seguimos, con mayor impulso, rezando por nuestro querido hermano y amigo del alma, Arcendo, del que seguimos sin noticias desde el domingo 26
MAMITA, de Arcendo y de todos nosotros dile a tu Hijo:
" Si quieres puedes curarle"